UDES: ¿Cómo surgió la idea de realizar una movilidad internacional?
Keiji Arostegui Cornelio: Esta iniciativa nace por el interés de conocer e investigar nuevas alternativas de solución a los conflictos ambientales que hay no solo en Perú, sino también en Latinoamérica; me gustaría estudiar y profundizar en nuevas perspectivas y metodologías que contribuyan a mi formación profesional.
UDES: ¿Cuál fue su motivación al escoger como destino Colombia y seleccionar la Universidad de Santander para hacer su movilidad académica?
KAC: ¡Tengo una gran idea sobre Colombia!, Colombia, es un país con mucha diversidad y gente extraordinaria; entonces, después de varios meses de búsqueda y de acuerdo con las sugerencias que me dieron mis amigos, me “topé” con la Universidad de Santander que tiene a mi modo de ver, un muy buen pénsum académico en el Programa de Ingeniera Ambiental, además de esto, me encanta la infraestructura y la atención de las personas de la Universidad.
UDES: ¿Cómo ha sido su experiencia en este intercambio internacional?
KAC: La primera vez que uno realiza un intercambio siempre hay incertidumbre por no saber a qué se va a enfrentar; otro clima, la gente, nuevas culturas…realmente, me he sentido muy feliz, he interactuado con varias personas y he aprendido nuevas experiencias en el campo ambiental.
UDES: ¿Qué consejo le daría a un estudiante que desee realizar un intercambio internacional?
KAC: Al inicio, el proceso de adaptación que uno enfrenta es difícil, el “choque cultural” siempre existe, pero esta experiencia es increíble, se viven momentos inolvidables. ¡Yo creo que no voy a ser el mismo, al regresar a Perú! (risas)… por eso, a todas las personas interesadas en realizar un intercambio, los invito a que se contagien y vivan esta experiencia tan enriquecedora.
UDES: ¿Qué proyectos aguarda para su futuro profesional?
KAC: El campo de la investigación y la innovación son mis favoritos, a través de las estrategias que genere; a futuro, quiero poder contrarrestar problemas ambientales, darles solución y una mejor calidad del entono y, por ende, de la vida de las personas que lo habitan.